Es un enfoque de producción ganadera que busca equilibrar la producción de carne, leche y otros productos de origen animal con la conservación del medio ambiente, el bienestar animal y el desarrollo socioeconómico de las comunidades locales.
Prácticas sostenibles en la cría y manejo de ganado: Se refiere a las estrategias y métodos utilizados en la cría y manejo del ganado que promueven la sostenibilidad y el bienestar animal. Esto incluye prácticas como el pastoreo rotativo, la gestión responsable de los desechos animales y la promoción de sistemas de cría éticos.
Alimentación y nutrición animal eficiente y sostenible: Es la forma en que se alimenta al ganado, buscando una dieta equilibrada y nutritiva que minimice el desperdicio de alimentos y reduzca la huella ambiental.
Salud animal y bienestar: Se refiere al cuidado de la salud y el bienestar de los animales en la ganadería. Esto incluye la disposición de medidas de bioseguridad que garanticen la prevención de enfermedades, la atención veterinaria responsable.
Implementar prácticas agrícolas como la introducción de alimentos más digestibles y estrategias de alimentación específicas y como los sistemas silvopastoriles pueden no solo mejorar la eficiencia alimentaria del ganado, sino también reducir las emisiones de metano.
BENEFICIOS
Prácticas sostenibles en la cría y manejo de ganado:
Alimentación y nutrición animal eficiente:
Salud animal y bienestar:
La implementación de dietas balanceadas, suplementos nutricionales y tecnologías de gestión de estiércol minimiza la producción de metano, contribuyendo a la sostenibilidad ambiental.
Una alimentación equilibrada y adecuada promueve la salud animal, reduciendo la incidencia de enfermedades y la necesidad de tratamientos médicos, lo que beneficia tanto al bienestar animal como a la sostenibilidad económica de la producción.
La Implementación de protocolos veterinarios, sistemas de gestión de la salud y medidas de bioseguridad minimizan el riesgo de enfermedades y aumentan la resistencia del ganado.
El diseño de instalaciones que permiten comportamientos naturales, acceso a áreas de descanso y manejo ético, mejorando la calidad de vida del ganado y asegurando prácticas más humanas.
Un ganado sano y bien cuidado tiende a ser más productivo, lo que se traduce en beneficios económicos a largo plazo. Además, el bienestar animal puede ser un factor clave para el éxito y la reputación de la operación ganadera.