Desde su inicio en 2022, el programa “Innovadoras del Sector Rural” del Banco de Fomento Agropecuario, ha logrado un impacto significativo en la vida de más de 600 mujeres de diferentes departamentos del país. A lo largo de dos años, el programa ha alcanzado a mujeres de zonas rurales de San Miguel, Usulután, Morazán, San Salvador, La Libertad y Santa Ana, ofreciendo herramientas y formación que les han permitido mejorar y expandir sus emprendimientos.
Las participantes del programa provienen de diversos sectores productivos, entre los rubros más destacados se encuentran: artesanas, que han mejorado sus procesos de producción y comercialización; agroproductoras, que han pasado de producir solo para consumo propio a generar ingresos mediante la venta de sus productos; apicultoras y avicultoras, que han aprendido a optimizar sus negocios; vendedoras de ropa y accesorios, así como, venta de comida y otros emprendimientos que contribuyen al sustento de sus familias y comunidades.
El programa no solo busca fortalecer las capacidades productivas de estas mujeres, sino también promover la autonomía económica y mejorar la calidad de vida en las zonas rurales del país, para ello, se les brindan herramientas clave que les permiten mejorar la gestión de sus negocios y acceder a servicios financieros adecuados e informados, sus principales beneficios son:
El programa “Innovadoras del Sector Rural” no solo se enfoca en la formación técnica y financiera, sino también en el acompañamiento continuo que permite a las mujeres avanzar con seguridad en la gestión de sus negocios. Para nuestra institución, este programa es esencial para promover la inclusión financiera y el empoderamiento económico de las mujeres rurales, quienes a menudo enfrentan barreras adicionales para acceder a recursos y oportunidades.
Dentro de los principales temas que destacan dentro del programa son:
Con un enfoque integral y adaptado a las realidades del sector rural, el programa sigue siendo una herramienta valiosa para transformar la vida de mujeres salvadoreñas. A medida que se suman más participantes a las ediciones del diplomado, se espera que continúe creciendo el impacto positivo en sus comunidades y que cada vez más mujeres logren construir negocios sostenibles y prósperos.